Sin intenciones de sonar trillado,
era algo que sencillamente nunca no lo hubiéramos esperado. La noticia realmente nos tomo por sorpresa. Aquello que
empezó como un ejercicio de voluntad y carácter se transformo en una hermosa realidad. Es increíble resultar ganador de un evento que contó con tanto talento y participación. Pero sobre todo resulta
tan maravilloso el hecho de que luchar por lo que uno quiere -aquello con lo que uno sueña- se puede volver realidad con esfuerzo y sacrificio, es tan real como la vida misma.
Fueron dos días completos dedicados a terminar una novela. Muchas veces empezamos proyectos literarios, así
también igual cantidad de veces nos quedamos a mitad de camino, sin embargo esta vez la situación fue diferente.
Llegado el momento cumbre, casi al final de la carrera, cuando más deseábamos tirar la toalla,
cuando la situación se vuelve casi imposible, lo hicimos. Continuamos.
Luchamos hasta el final. Y ganamos. No hay palabras para expresar el sentimiento. Hemos ganado concursos, certámenes, y premios en la red -por los cuales estaremos eternamente agradecidos- sin embargo este reconocimiento (por pequeño que parezca) tiene un gran valor moral. Ver el certificado, el premio -lo físico, lo tangible- es algo que
añade una gran esperanza hacia la realización de nuestro sueño.
Si se puede. No son falacias lo que decimos y creemos.
Si lo puedes soñar, lo puede lograr. Cuando hay valor, pasión y sacrificio, las cosas son posibles.
Lo comentaba hace un par de días. El destino no toca a la puerta, hay que salir a buscarlo en medio de la tormenta.
Hoy estoy más que convencido de ello. El merito no es, ni será mio.
El honor es para quien me ha bendecido poniendo el fuego en mi corazón para luchar y escribir. Para mi Dios y Salvador. Es algo que no me pertenece. Lo tenemos claro. No hemos logrado nada aún.
Falta mucho camino por recorrer. Muchas batallas que pelear y aventuras que vivir. Sin embargo estar al borde la muerte me ha enseñado que aquello que se lamenta es lo que no se dice,
así que quiero agradecer a todos aquellos que han estado a mi lado, y a través de la vida, con sus palabras, cariño y amistad, me han motivado a luchar y seguir siempre adelante:
A mis padres,
Jorge Vargas y Ana Ríos. Por enseñarme el valor de la vida, e inculcarme el amor por la literatura. A
Sadrac, compañero, amigo y hermano. A mis abuelos,
Jorge, Ricardo, Dora y Rosa. Soy lo que soy gracias a ustedes.
Jon Dahlager y su esposa Jennifer. Gracias por creer en nosotros. A todos los
Hijos de Pastores que he tenido la oportunidad de conocer en
HIMAD.
A mis amigos que con sus palabras y exhortaciones me han motivado siempre a salir adelante:
Melissa Espinoza, Rebeca López, Evelin Mondragón, Luis Soto, Silvia Solano, Felipe Lizano, Susano Quispe, Jonathan Salas, Keren Batista, Valeria Rodriguez, Andres Herrera, Mariana Gutierrez, Clarivel Sanchez, Jonathan López, Daniel Gutierrez, Gloriana Rojas, Raquel Cascante, Natalia Gutierrez, Raquel Villafuerte, Dan y Gaby Alvarez, Allan y Rebeca Ortiz, Lizeth Hernandez, Elena Quispe, Maria Jose Delgado, David y Carolina Salas, Daniel Avalos, Sily Mena, Esteban Salazar, Nana García, Juan Carlos Rojas, Marcela Espinoza, Aaron Suarez, Ingrid Rojas y Elmer Lezcano (¡nunca más olvide tu nombre). El diccionario define la palabra amistad pero ustedes le dan vida. Gracias por todo lo que hacen.
Pero ante todo, a la mujer que ha sido mi inspiración durante todos estos años. Por estar siempre mi lado cuando más te he necesitado. Gracias por compartir mis triunfos y mis derrotas. Eres la estrella que brilla en mi cielo. A ti te hago llegar el mensaje personalmente, como se que te gustan. Te quiero demasiado preciosa.
Y como no...
a mis lectores y queridos amigos blogueros. Un año no es suficiente para conocerlos a todos, sin embargo compartir nuestras vidas, disfrutar de lo que hacemos, es de las cosas más grandiosas que me han sucedido en este año.
Quedan muchas cosas por hacer. Nunca dejen de soñar, mucho menos de escribir.
Esto es para ustedes. Para todos aquellos que luchan por sus sueños y nos los dejan morir.
Vale la pena luchar por lo que vale la pena tener.Gracias amigos!!PD: Les debo las fotos del premio (Ipod) y el certificado