Quiero cabalgar hasta donde el oeste empieza, no puedo mirar las trabas, ni soporto las cercas, no me pongas cercas. El corazón del hombre es como agua profunda, dejame ser libre como el viento...
(Cole Porter - Don't fence Me in)
[No me pongas cerco]
(Cole Porter - Don't fence Me in)
[No me pongas cerco]
Puede que los hombres y mujeres tengamos nuestras diferencias. Sin embargo estoy seguro que la mayoría de los caballeros, y casi todas las señoritas que conozco estaran de acuerdo conmigo en un punto: La manera en que se desarrolla la vida de un hombre hoy en día es a veces catastrófica.
Interminables horas frente a la pantalla de una computadora, vendiendo artículos domésticos en un centro comercial, reuniones, memos, llamadas telefónicas... encerrados en cubículos y horarios de oficina nuestra alma se ha visto arrinconada a las áridas arenas de la rutinas y los pasillos de la frialdad. Sin embargo, como un potro salvaje al que intentan domesticar, nuestra corazón se niega a ser amarrado por las circustancias y rutinas de la vida.
El alma ahnela intensidad, libertad, y vida. Ella no sabe de agendas, fechas limites ni informes de ganacias o perdidas. Somos seres llenos de pasión. No se trata de un asunto de responsabilidad, machismo o competencia. Es simplemente el hecho de que el hombre no fue forjado para ser una maquina. Necesita libertad. Sentir los ritmos de la tierra; tener en su mano algo verdadero: el timón de un bote, un par de riendas, la aspereza de una cuerda o simplemente una pala. La sociedad nos ha enseñado que un hombre debe vivir todos sus días con las uñas limpias y bien recortadas. Impecable. Desinfectado, sin vellos y superficial. ¿Es eso lo que sueña un niño? No lo creo.
Los niños sueñan con ser niños. Hay tres deseos que tengo tan profundamente escritos en mi corazón. Tres conceptos que aprendí de John Eldrege en su libro Salvaje de Corazón y que ahora son indispensables para describir quien soy y que anhelo ser. . Mire en su infancia, busque las páginas de sus libros y peliculas preferidas, escuche las voces de cientos y se dará cuenta que estos tres pilares son universales para todo ser humano. Se pueden perder, olvidar, emplear mal, pero en el corazón de todo hombre hay un ahnelo desesperado por una batalla que pelear, una aventura que vivir y una princesa que rescatar. Es la esencia de nuestras vidas: pasión, intensidad, libertad.
Interminables horas frente a la pantalla de una computadora, vendiendo artículos domésticos en un centro comercial, reuniones, memos, llamadas telefónicas... encerrados en cubículos y horarios de oficina nuestra alma se ha visto arrinconada a las áridas arenas de la rutinas y los pasillos de la frialdad. Sin embargo, como un potro salvaje al que intentan domesticar, nuestra corazón se niega a ser amarrado por las circustancias y rutinas de la vida.
El alma ahnela intensidad, libertad, y vida. Ella no sabe de agendas, fechas limites ni informes de ganacias o perdidas. Somos seres llenos de pasión. No se trata de un asunto de responsabilidad, machismo o competencia. Es simplemente el hecho de que el hombre no fue forjado para ser una maquina. Necesita libertad. Sentir los ritmos de la tierra; tener en su mano algo verdadero: el timón de un bote, un par de riendas, la aspereza de una cuerda o simplemente una pala. La sociedad nos ha enseñado que un hombre debe vivir todos sus días con las uñas limpias y bien recortadas. Impecable. Desinfectado, sin vellos y superficial. ¿Es eso lo que sueña un niño? No lo creo.
Los niños sueñan con ser niños. Hay tres deseos que tengo tan profundamente escritos en mi corazón. Tres conceptos que aprendí de John Eldrege en su libro Salvaje de Corazón y que ahora son indispensables para describir quien soy y que anhelo ser. . Mire en su infancia, busque las páginas de sus libros y peliculas preferidas, escuche las voces de cientos y se dará cuenta que estos tres pilares son universales para todo ser humano. Se pueden perder, olvidar, emplear mal, pero en el corazón de todo hombre hay un ahnelo desesperado por una batalla que pelear, una aventura que vivir y una princesa que rescatar. Es la esencia de nuestras vidas: pasión, intensidad, libertad.
Como aguas profundas es el corazón del hombre dice Proverbios 3:23. Al alma no se le pueden poner trabas. No se le pueden poner cercas. Hay que dejarla ser como es ella misma. Salvaje, apasionada, aventurera. Recorrer un sendero que nadie ha recorrido. Cabalgar hacia los interiores de nuestra alma. Grandes cosas podemos encontrar en ella. Algo fuerte, y valiente esta esperando ser allí liberado. Pero para eso hay que arriesgarse a entrar al territorio alto del vida, a las regiones salvajes y desconocidas de nuestro corazón y cabalgar hasta encontrar el atardecer. Sin temores, sin dudas, sin excusas. Hasta el interior de nuestras almas. Hasta el final.
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3 comentarios:
Ayyyyyyyyyyyy fiuuuuuuuuu ya entendí... ja ja ja te dejé un comentario en el wordpress pensando que le habías dado un full change al blogger... Bueno te djé un comentario por allá...
Respecto al texto me gustó mucho Pablito, es verlo todo muy filosófico... llena... te lleva a reflexionar... la vida... su valor... los sueños... las metas... las formas de verlo...
Un abrazo con cariño. Cuidate mucho
Me quito el sombrero, me levanto y aplaudo...enhorabuena Pablo, te superas día a día, aunque pienso que todo estuvo dentro de tí siempre. Intensidad, libertad y pasión...es lo que debería movernos, sentir cada momento que nos haga felices como único, irrepetible y un regalo del cielo. Y qué decirte de la libertad, aquí hay mucha tela que cortar, en la época en la que vivimos es muy difícil considerarse "libre", lamentablemente sufrimos demasiadas ataduras. Lo importante es ser conscientes de ello e intentar liberarse y caminar hacia la PASIÓN, esta parte sí que me gusta, jejeje. Pasión en tu risa, pasión al cantar, pasión en tus trabajos, pasión en el amor...me encanta tu post!un abrazo amigo, Ariadna.
Felicidades y ,dejame que con tu permiso te llame San Jordi ,como decimos aqui en Cataluña todo un caballero .Todos debemos ser libres ,ya que Nuestro Señor dijo ,vengo a dar la libertad ,y esa libertad tiene que empezar por nosotros/as mismos/as .Bendiciones abundantes...
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