De igual manera hay ocasiones que dejan huella en nuestra vida: El día que conocemos a nuestra pareja, la primera cita, nuestra primera vez, pero
pocas quedan tan grabadas en el corazón como aquel primer beso. Y ese es precisamente el tema que queremos desarrollar en este día, ya que nuestra buena amiga
Heydi nos ha invitado a participar de una interesante iniciativa entorno al recordatorio de ese momento tan particular en la vida de cada ser humano:
su primer beso.La mecánica es muy simple. 1- Contar cómo, dónde y cuando fue su primer beso (Con lujo de detalles) 2- Contar qué le pareció, ¿le gustó? 3- ¿Cerró los ojos? 5- Nominar a 5 bloggers más.
Nuestra
historia es muy simple, como la mayoría de cosas que suceden en nuestra vida, no paso nada sorprendente en el ambiente, sin embargo si
la recuerdo muy bien. Como varias veces he contado, siempre fui un niño muy precoz
-solo de niño, por aquello de las dudas- así que tengo que confesar que
mi primer beso "no-oficial" fue a la edad de 6 años con una compañerita del kinder
-si ya se que estaba enamorado de la maestra, pero bueno, eso es otra historia- con la que estábamos jugando a la casita,
sin embargo la que siempre consideré como "oficial" es la historia que les cuento a continuación en la siguiente anécdota.
Diciembre siempre ha sido
una época muy especial para mi familia, sobre todo cuando estábamos más chamacos y se reunían los veinti-resto de primos que formaban la familia Vargas para
celebrar al sabor de unos frijoles con cerdo, patacones y refresco la llegada de la navidad y el año nuevo. Eran tiempos bastante entretenidos al ritmo de
"Yo no olvido el año viejo", "Así que me gusta a mí" y "Te compro tu novia" donde compartíamos todos los primos, vecinos y familiares, lejos de las distracciones de las tareas escolares en los potreros que aún estaban sin urbanizar cerca de nuestros hogares.
Eran tierras llenas de verdor, sabor y color donde pasábamos tardes enteras jugando escondido, policías y ladrones, fútbol, rayuela en fin... juegos de chamacos. De vez en cuando acostumbrábamos
escaparnos unos cuantos -los más audaces- a la casa de descanso de un vecino que tenía piscina, y área de juegos. En ese tiempo mi tío Guido, el que luego fue diputado del
Partido PALA -sí, el del chonete en la asamblea- invito a un compañero de UPANACIONAL a pasar quince días de relajación en su casa.
Fue en esos días cuando conocí al hermoso ángel de cabellos negros que cautivo mi corazón.
Tenía por nombre Andrea. Una
preciosa señorita de 15 años que había sido bendecida por Dios con
una sonrisa encantadora, una piel color caramelo, y unos ojos verdes de ensueño. Acompañada de las características figuras de una joven de su edad, Andrea era tímida, pero al mismo tiempo
poseía un sorprendente espíritu aventurero que tanto llama la atención. Yo, que meses atrás
recién había cumplido los doce años estaba "embobado" por su
mirada picara y juguetona, y ella no dejaba de sonreír ante mis bromas, chistes e intrépidas aventuras. Esta de más decir que el
click entre los dos fue
instantáneo.
Una tarde como muchas otras decidimos
jugar una extraña mezcla que teníamos entre escondido y el juego de policías y ladrones, fue ahí cuando
el destino conspiro para que nos tocara a ambos en el mismo equipo. En medio de toda la
aventura llena de persecución e intriga terminamos corriendo por un pequeño sendero que lleva hasta la casa de nuestro vecino el
Dr. Miguel Gonzáles, sin embargo en medio del camino tengo la desdicha de tropezar y rasparme la rodilla, empero no es algo que nos impida continuar, por lo que seguimos avanzando hasta la casa del doctor.

Cuando
llegamos a la casa de descanso, el ardor es insoportable, por lo que camino hasta el tubito que esta cerca de la piscina para limpiarme la herida, mientras ella se queda mirando la vista que nos ofrece la alberca.
Intercambiamos unas cuantas palabras acerca de lo tontos que nos parecen un par de primos, y cuando me doy la vuelta me percato que ella tiene las piernas metidas en la piscina.
Lo demás es para la galería, pues ahí esta ella,
jugueteando con el agua que se mueve levemente por el
contacto delicado de sus extremidades, mientras yo la miró idiotizado. Me acerco torpemente hasta ella,
me quito los zapatos y me siento a su lado. Ella me habla pero no escucho una sola palabra de lo que esta diciendo. Es tan hermosa, pienso en voz alta y es justo en ese momento cuando se me escapan las palabras que siento:
- Me gustas - digo suavemente, es algo que no planeo, simplemente sale desde lo profundo de mi interior. Tantos diálogos ensayados se van por el caño en esas dos palabras.- ¿Aja? - comenta ella sin apartar su mirada del agua. -
Tú también eres un niño muy lindo - me dice mientras sonríe.
"¿Un niño?" pienso en mis adentros, pero
su mirada traviesa me conquista completamente. Guardo silencio.
El viento de diciembre deja sentir su leve brisa sobre mi cara, y después de unos segundos de calma, sin esperarlo, como
movida por ese impulso que es provocado por los instintos de nuestra naturaleza humana, recuesta su cabeza sobre mi hombro.
Puedo sentir su cabello y su respiración demasiado cerca. Y es ahí donde sucede.
Sin pensarlo, traicionado por las emociones me muevo rápidamente y la beso entre la boca y la mejilla. Es un beso seco, pero lleno de sentimiento.
Ella se vuelve sorprendida. Su mirada se cruza con la mía, y es justo en ese momento cuando el tiempo se detiene.

Yo que había dado un par de besos antes,
conozco por primera vez lo que es la pasión humana en su máxima expresión. Nuestros labios se unen acaloradamente. No tengo la menor idea de lo que estoy haciendo pero aún así el momento es mágico.
Cierro los ojos y siento el sabor de sus labios en cada latido. Su cuerpo se pega lentamente al mio mientras pongo mis manos en su cintura.
El tiempo ahora es fugaz y pasajero. Nos separamos levemente sin dejar de mirarnos. Una sensación de cosquillas recorre mis labios, al mismo tiempo que
siento el dulce sabor de los suyos aún en los míos.
"¿Quieres hacerlo de nuevo?" pregunta ella. Yo asiento con mi cabeza sin decir palabra. Ella sonrée. "
Esta bien, pero esta vamos hacerlo a mi manera".
Sus labios se pegan nuevamente a los míos. Somos jóvenes y nuestros corazones son indomables. Su experiencia se nota a lenguas sobre la mía.
Esa tarde descubro el significado del beso francés. Las horas pasan rápidamente y somos atrapados por la tarde cayendo sobre el horizonte.
Un par de días después nos separamos. Ella volvió a San Carlos y yo me quede en Atenas. El destino nos reuniría un par de años después tan solo para escribir un capitulo mágico en nuestras vidas, pero eso es otra historia...
Amigos, amigas, gracias por leernos hasta acá. Ahora sí. A lo que venimos: Sus historias, pero primero
vamos a cambiarle la dinámica al asunto para nominar
unos cuantos bloggers más del número acordado, pero igual, como siempre, para no dejar a nadie por fuera,
todos nuestros amigos y lectores están convocados a compartir sus historias a través de sus sitios o comentarios.
Ya conocen la dinámica, de paso les agradezco por el apoyo en los días pasados en cada uno de sus comentarios y el tiempo que dediquen para hacer y compartir este post. Espero sus historias, será un placer leerlos. Un abrazo, éxitos en esta semana!